El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) clausuró la construcción de un local comercial en el perímetro de la zona arqueológica, a unos 150 metros de la gran pirámide.

El organismo federal detuvo la obra que se desarrollaba sobre un terreno particular por violar la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas.

Los sellos de suspensión fueron colocados sobre una especie de cabaña de madera, instalada frente a un pequeño cimiento de cemento y adoquín. Atrás de la estructura de madera, se colocaron tubos que sostenían dos techados que serían utilizados aparentemente para un expendio de cervezas.

Dichos sellos fueron ocultados momentáneamente con una lona que anunciaba la renta de este espacio, pero el viento la despegó y dejó al descubierto la sanción impuesta por el INAH.