El cuerpo del teniente de infantería Anastacio Carlos, asesinado el sábado en la comunidad de Loma de Zempoala, en Yuriria, fue entregado ayer a sus familiares y sepultado en Ciudad Ixtepec, Oaxaca.

Antes, el ataúd con la bandera nacional llegó a bordo de un avión Hércules a la base aérea de Ixtepec, de donde fue escoltado por un cortejo militar hasta su domicilio; el también comandante de la Guardia Nacional en Yuriria deja huérfanas a tres niñas.

El elemento fue despedido con un homenaje en la base militar y después fue sepultado conforme a las costumbres de su familia. Según las indagatorias, el mando protegía de las balas a una mujer y a su hija afuera de una casa de seguridad, donde fueron recibidos a balazos.

El general Martín Jiménez, comisario de la Guardia en Oaxaca, acudió al Istmo de Tehuantepec para recibir el cuerpo y ofrecer sus condolencias a los familiares. El presidente Andrés Manuel López Obrador negó que estén rebasados por las bandas criminales; por el contrario, dijo que están actuando con prudencia para proteger al pueblo.

Insistió en que esta situación es herencia de una guerra que no funcionó, pero ahora los efectivos “están actuando muy bien”, y reiteró que hoy se informará del avance del despliegue de la Guardia en todo el país. “Los de la Guardia actuaron con mucha prudencia, no dejo de reconocer que soldados y marinos están protegiendo al pueblo”.